8 de julio de 2024

La IA no es la respuesta al cambio climático, sino la causa: incrementará el consumo de energía del planeta hasta duplicarlo en 2030
00 ACTUALIDAD

La IA no es la respuesta al cambio climático, sino la causa: incrementará el consumo de energía del planeta hasta duplicarlo en 2030

El consumo de energía debido a la IA aumenta las emisiones de CO2. Empresas tecnológicas enfrentan dificultades para reducir sus emisiones por la IA. Los centros de datos impulsados por la IA agravan el cambio climático al aumentar la demanda energética. Las emisiones climáticas de empresas tecnológicas han aumentado significativamente debido a la inteligencia artificial (IA). Google, Amazon y Microsoft han visto incrementos del 48%, 40% y 30% respectivamente desde 2019. La IA, que necesita vastas redes de centros de datos, consume mucha energía, tanto para procesamiento como para refrigeración. Esto crea un ciclo de aumento de consumo energético y temperatura global, dificultando la reducción de emisiones. El informe anual de sostenibilidad de Google revela que sus emisiones climáticas han aumentado un 48% desde 2019. Amazon, con emisiones comparables a las de Suiza, también ha incrementado su CO2 en un 40% desde el mismo año. Microsoft ha registrado un aumento del 30% en sus emisiones, y en todos los casos, la inteligencia artificial (IA) es la principal responsable de este incremento. Según las Naciones Unidas, el consumo y producción de energía son los mayores contribuyentes al cambio climático, representando más del 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero y casi el 90% de las emisiones de dióxido de carbono. Las empresas tecnológicas están construyendo enormes redes de centros de datos para soportar la IA, que requiere mucha energía. Cada solicitud a un chatbot o herramienta de IA generativa se envía a un centro de datos, consumiendo energía para procesar la información y para la refrigeración. La IA necesita mucha más energía que los sistemas convencionales. Por ejemplo, cada solicitud a ChatGPT utiliza aproximadamente 10 veces la energía de una búsqueda en Google. Si Google cambia todas sus consultas de búsqueda a IA, su consumo de electricidad podría multiplicarse por diez. Antes de la IA, los centros de datos representaban aproximadamente el 1% de la demanda mundial de electricidad. En 2022, la AIE informó que los centros de datos, criptomonedas y la IA usaron 460 TWh de electricidad, casi el 2% de la demanda mundial total. Esta cifra podría […]

Ha llegado el «momento Oppenheimer» para los progenitores de la IA
00 ACTUALIDAD, 01 OPINION

Ha llegado el «momento Oppenheimer» para los progenitores de la IA

Ha llegado el “momento Oppenheimer” para los progenitores de la IA Peligros y dilemas de la inteligencia artificial: el “momento Oppenheimer” Creadores de IA enfrentan dilemas éticos: ¿Hemos creado un monstruo? IA y destrucción: científicos alertan sobre su potencial destructivo El director de cine Christopher Nolan reconoce haber hablado con científicos especializados en IA que están experimentando un «momento Oppenheimer» y recelan del potencial destructivo de su creación. Nolan reflexiona sobre su película biográfica y explica: «Cuento la historia de Oppenheimer porque creo que es importante, pero también porque es un cuento admonitorio». De hecho, ya hay quienes comparan a Sam Altman de OpenAI con el padre de la bomba atómica. Oppenheimer fue bautizado por sus biógrafos como el «Prometeo americano» por ser quien arrebató a los dioses el secreto del fuego nuclear, dividiendo la materia con el fin de liberar una energía atroz que, según sus temores, podría calcinar a toda la civilización. Por su parte, Altman también se pregunta si hizo «algo realmente malo» al desarrollar la IA generativa mediante ChatGPT. Según declaró en una comparecencia ante el Senado, «si esta tecnología sale mal, puede salir muy mal». Gregory Hinton, el llamado padrino de la IA, presentó su dimisión de Google en mayo de 2023 y señaló que una parte de él se arrepentía de haber dedicado su vida a construir máquinas más inteligentes que los seres humanos. Advirtió que «es difícil entender cómo evitar que los malos la utilicen para cosas malas». Otros de sus compañeros han hablado del «riesgo de extinción derivado de la IA», que se sitúa al mismo nivel que otras amenazas existenciales como la guerra nuclear, el cambio climático y las pandemias. Según Yuval Noah Harari, la IA generativa puede llegar a ser una tecnología destructora de sociedades o, utilizando el término que Oppenheimer tomó prestado de la Bhagavad-gītā para describir la bomba, «destructora de mundos». Esta vez los sapiens se han convertido en dioses, engendrando una descendencia inorgánica que un día podría desbancar a sus progenitores. Harari lo explicaba así en una conversación hace unos años: «La historia de la humanidad comenzó

Meta critica la regulación europea de IA: una amenaza para la innovación
00 ACTUALIDAD

Meta critica la regulación europea de IA: una amenaza para la innovación

Meta lanza una queja sobre los reguladores europeos y afirma que arruinarán su IA Meta critica la regulación europea de IA: una amenaza para la innovación Choque de titanes: Meta vs reguladores europeos por la IA Meta advierte sobre las restricciones europeas a su tecnología de IA Meta ha lanzado una queja formal contra los reguladores europeos, argumentando que las nuevas leyes sobre inteligencia artificial amenazan con arruinar el desarrollo y la innovación en este campo. La compañía cree que estas restricciones pueden limitar su capacidad para competir globalmente y avanzar en tecnología. Meta ha expresado su desacuerdo con la reciente legislación de la Unión Europea que regula la inteligencia artificial. La compañía argumenta que las restricciones impuestas podrían obstaculizar significativamente su capacidad de innovación y desarrollo en IA. La Eurocámara ha respaldado esta nueva normativa con 523 votos a favor, 46 en contra y 49 abstenciones, buscando proteger los derechos fundamentales, la democracia y la sostenibilidad medioambiental. Las nuevas reglas prohíben el uso de técnicas de reconocimiento personal y facial, salvo excepciones muy específicas, y exigen que la inteligencia artificial que utilice moduladores de audio o vídeo indique claramente su uso para evitar noticias falsas o deepfakes. Además, las fuerzas de seguridad de los países de la Unión Europea no podrán utilizar software basado en algoritmos avanzados para reconocimiento personal, lo que Meta considera un obstáculo para el desarrollo tecnológico. La compañía ha señalado que estas restricciones pueden afectar su capacidad para competir con otras grandes empresas tecnológicas a nivel global. Por otro lado, la normativa también establece que cualquier inteligencia artificial que modifique audio o vídeo debe indicar claramente que se trata de un programa de IA, lo cual busca evitar la propagación de contenido engañoso o falsificado. Meta sostiene que, aunque el objetivo de la ley es proteger los derechos fundamentales y fomentar la innovación ética, las restricciones impuestas podrían tener el efecto contrario. La compañía enfatiza la necesidad de un equilibrio entre regulación y desarrollo tecnológico para no frenar el avance de la IA. La legislación aún debe recibir el beneplácito jurídico-lingüístico y podría aprobarse antes

Ohhh! – Los beneficios de la IA a corto plazo serán escasos
00 ACTUALIDAD, 01 OPINION

Ohhh! – Los beneficios de la IA a corto plazo serán escasos

La paradoja de Solow y la IA La promesa incumplida de la IA: un análisis profundo La revolución silenciosa de la IA y su impacto modesto IA y productividad: ¿utopía o realidad? Científicos, empresarios, inversores y economistas empiezan a advertir de que la promesa de Silicon Valley de una Arcadia feliz donde las máquinas nos lo harán todo y que, esta vez sí, redistribuiremos bien el bienestar, choca con la tozuda realidad de Solow. Hoy estamos en una situación similar con la IA, otra tecnología de propósito general que, entre las muchas paradojas que plantea, está también la de Solow. Científicos, empresarios, inversores y economistas empiezan a advertir de que la promesa de Silicon Valley de una Arcadia feliz donde las máquinas nos lo harán todo y que, esta vez sí, redistribuiremos bien el bienestar, choca con la tozuda realidad de Solow. Otro reputado economista, Daron Acemoglu, argumenta que aunque la IA tiene el potencial de automatizar tareas y reducir costes, el impacto general en la productividad podría ser mucho más modesto de lo que sugieren algunas previsiones. La IA afectaría sólo al 4,3% de los trabajos y podría aumentar la productividad en sólo un 0,66% en la próxima década, lejos de las previsiones alcistas de Goldman Sachs (7%) y de McKinsey Global Institute (crecimiento de 3 a 4 puntos porcentuales de aquí a 2040). McDonald’s, tras demasiados pedidos erróneos en el McAuto, ha decidido prescindir del sistema de reconocimiento de voz de IBM basado en IA. Kahn Academy ha admitido las limitaciones de Kahnmigo, su chatbot basado en IA, porque daba resultados erróneos en las operaciones matemáticas más sencillas. Y por último Figma. La magnífica herramienta de diseño colaborativo online permitía generar diseños de webs con IA. Finalmente han tenido que desactivarlo porque generaba aplicaciones demasiado similares a las comerciales de las que había aprendido. Durante la “era del ordenador”, las organizaciones invirtieron mucho en nuevas tecnologías anticipando mejoras en la productividad que no llegaron hasta que no se reestructuraron, recalificaron a los trabajadores e integraron a los recién llegados en sus operaciones. Con la IA ocurre algo similar:

Scroll al inicio
Verificado por MonsterInsights