Las relaciones del futuro serán mixtas, combinando lo físico y lo virtual por necesidad. La tecnología enriquece los contactos, pero el cara a cara es vital para la salud mental y física. Es crucial aprender a mantener vínculos presenciales, ya que afecta desde la salud hasta la creación de redes laborales.
En el futuro, las relaciones serán tanto físicas como virtuales, una combinación necesaria. Aunque las tecnologías son herramientas útiles y positivas que enriquecen la forma de conocerse, el contacto cara a cara seguirá siendo fundamental para la interacción social. Aprender a mantener vínculos presenciales es esencial para la salud mental y física, así como para la creación de redes laborales.
El ser humano, por su biología y necesidad de segregar oxitocina, la hormona del amor, requiere el contacto físico. La oxitocina se produce en situaciones como el parto, la lactancia, el orgasmo, y también al comer con otros, acariciar a una mascota o sentirnos en familia. Esta interacción física es vital para nuestro bienestar y salud. Aunque las relaciones virtuales son ahora comunes, es crucial reforzar las relaciones presenciales.
Arun Mansukhani, psicólogo clínico y sexólogo, destaca que la calidad de las relaciones impacta directamente en la salud. Las relaciones de calidad, donde uno se siente cómodo y puede mostrarse tal como es, son esenciales para el bienestar. La Universidad de Harvard ha demostrado que las personas con relaciones cálidas y positivas son más felices y físicamente más saludables a lo largo de su vida.
Las relaciones íntimas, que suelen ser fuertes y con pocas personas, y las sociales, más amplias pero débiles, ambas correlacionan con la salud. Las relaciones tóxicas, especialmente en la intimidad, pueden causar alteraciones hormonales que afectan directamente al organismo. El estudio sobre Tendencias y hábitos de socialización en España muestra que la mayoría de los jóvenes desean más vida social presencial y reconocen que las redes sociales han limitado sus interacciones en persona.
La pandemia de la covid-19 ha acelerado el distanciamiento social, pero la tecnología también ha facilitado muchas actividades laborales y de relación. Carmen Moreno, catedrática de Psicología Evolutiva, señala que, aunque la virtualidad ha llegado para quedarse, no sustituirá el contacto físico. Dar un móvil a un bebé es perjudicial, pues los bebés son cautivos de los estímulos y necesitan el contacto humano para desarrollarse correctamente.
La soledad y las relaciones conflictivas afectan más en las relaciones íntimas que en las sociales. Mantener un equilibrio entre ambos tipos de relaciones es crucial para un envejecimiento saludable. En el futuro, la adaptación de la sociedad permitirá una convivencia entre lo virtual y lo presencial, garantizando un bienestar emocional, físico y mental.
Noticia elaborada a partir del artículo original publicado en El País