Apple y Microsoft están intensificando su competencia en el desarrollo de inteligencia artificial para móviles, cada uno con estrategias claves que prometen transformar cómo interactuamos con nuestros dispositivos. Microsoft ha lanzado el Phi-3 mini, un modelo de IA que funciona nativamente en smartphones sin necesidad de la nube, probado exitosamente en un iPhone 14. Este modelo es más pequeño y eficiente, ideal para operar con los recursos limitados de un dispositivo móvil.
Por otro lado, Apple ha presentado OpenELM, una serie de modelos de lenguaje que también operan directamente en el dispositivo, buscando mejorar la privacidad y la velocidad de procesamiento sin depender de conexiones externas. Estos modelos formarán parte de iOS y iPadOS 18, prometiendo una integración más profunda con Siri y otras aplicaciones nativas, como Apple Music y Safari.
Ambas empresas buscan liderar el mercado de IA en dispositivos móviles, pero mientras Microsoft se enfoca en la adaptabilidad y el rendimiento local, Apple apuesta por la privacidad y la integración de sus servicios. Esta rivalidad no solo avanza la tecnología de IA, sino que también plantea nuevos paradigmas en la interacción usuario-dispositivo, marcando un punto de inflexión en la evolución de los smartphones.
