Microsoft sufre un colapso global de su nube debido a una actualización de CrowdStrike Falcon.
La actualización de CrowdStrike Falcon deja inutilizados los servicios en la nube de Microsoft.
La dependencia de la nube provoca fallos críticos en infraestructuras como hospitales y aeropuertos.
Microsoft enfrenta una crisis global en su infraestructura de nube Azure tras una actualización de CrowdStrike Falcon que ha causado fallos generalizados en los sistemas.
CrowdStrike Falcon, comercializado como una plataforma de seguridad, ha demostrado ser un problema significativo para Azure, la nube de Microsoft. La reciente actualización de este software antivirus ha provocado que numerosos sistemas se bloqueen, causando caos a nivel mundial. La dependencia de la nube ha amplificado el impacto de este fallo, afectando incluso a servicios críticos como Office 365.
El problema destaca la fragilidad de la infraestructura de Microsoft, que aún depende de tecnologías antiguas. A diferencia de Apple, que modernizó drásticamente su sistema operativo en 2001, Microsoft ha mantenido una compatibilidad extensa que ahora parece ser un lastre. La pantalla azul de la muerte, un vestigio de Windows 1.0, es una muestra de esta herencia tecnológica.
La caída de Azure afecta a empresas globales que han externalizado sus servidores a la nube, dejando expuestas infraestructuras críticas. Sin embargo, algunas organizaciones, por seguridad, siguen usando servidores propios. Un ejemplo reciente es la CIA, que ha solicitado una versión de ChatGPT desconectada de internet para evitar filtraciones.
Las empresas de seguridad también están bajo escrutinio, ya que las actualizaciones apresuradas sin pruebas adecuadas pueden causar grandes problemas. Este incidente subraya la necesidad de regulaciones más estrictas para las compañías de seguridad informática.
Algunas compañías, como Nvidia, están desarrollando soluciones de inteligencia artificial que no dependen de la nube para evitar problemas como los ocurridos con la reciente caída de ChatGPT.