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La manera en que formulas tus preguntas a una inteligencia artificial (IA) es clave para obtener respuestas útiles y precisas en el entorno laboral. Es fundamental ser específico, proporcionar contexto, y definir claramente el objetivo y el tono deseado para la respuesta, de forma que la IA pueda adaptarse a tus necesidades. Formular preguntas efectivas a una IA como ChatGPT, Gemini, o Copilot no es tan simple como podría parecer. Aunque estas herramientas siempre te proporcionarán una respuesta, conseguir que sea exactamente lo que necesitas depende de cómo estructures tu solicitud. La clave radica en lo que se conoce como prompts, que son las instrucciones específicas que das a la IA. Un buen prompt debe ser preciso y contener seis elementos esenciales: hablar a la IA como a una experta en el campo, especificar el contexto, definir claramente el objetivo, determinar el tono, diseñar la estructura del contenido, y, si es necesario, desglosar tareas complejas en partes más manejables. Siguiendo estos pasos, puedes maximizar la eficacia de las respuestas de la IA, adaptándolas perfectamente a tus requerimientos profesionales. Sin embargo, para lograr un prompt realmente efectivo, es fundamental hablarle a la IA como si fuera una experta en el tema, proporcionándole todos los detalles contextuales necesarios, y definiendo claramente tanto el objetivo como el tono del trabajo solicitado. Por ejemplo, en lugar de pedir simplemente una descripción de un árbol, lo ideal sería especificar que deseas una descripción detallada de un árbol en un parque de una gran ciudad, adaptada a un entorno periodístico o académico, según sea necesario. Además, si la tarea es compleja, lo mejor es dividirla en partes más pequeñas y manejables, pidiendo a la IA que trabaje en cada una de ellas de forma secuencial. ¿Cómo podemos aprovechar al máximo las herramientas de IA en el entorno laboral, asegurando que las respuestas que obtenemos son siempre precisas, relevantes y adaptadas a nuestras necesidades específicas? ····················· Este artículo es un resumen comentado basado en la noticia original publicada en El País el 31 de agosto de 2024. Puedes leer el artículo completo aquí. ·····················

X, la red social propiedad de Elon Musk, ha acordado suspender el procesamiento de datos personales de los usuarios de la Unión Europea, recopilados sin su consentimiento, que utilizaba para entrenar su herramienta de inteligencia artificial (IA) llamada Grok. La medida fue tomada tras un acuerdo con la Comisión de Protección de Datos de Irlanda (DPC), que había presentado una denuncia contra X ante el Tribunal Superior de la Unión Europea. El organismo alegaba que la plataforma estaba utilizando ilegalmente los datos de millones de usuarios europeos, ya que no había implementado una opción efectiva que permitiera a los usuarios negar el acceso a su información, en violación del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Según la denuncia, X comenzó a utilizar los datos personales de los usuarios europeos antes de introducir una opción de privacidad en julio de 2024, lo que permitía a los usuarios dar su consentimiento para el uso de sus publicaciones e interacciones con el chatbot para entrenar el modelo de IA. Sin embargo, la DPC señaló que esta opción era insuficiente y que los usuarios seguían siendo víctimas de la recopilación de datos sin su consentimiento. Además, se informó que X había rechazado las solicitudes para detener el procesamiento de los datos y había negado la posibilidad de posponer el lanzamiento de la próxima versión de Grok. Finalmente, la DPC logró un acuerdo con X para suspender el uso de los datos personales recopilados entre el 7 de mayo y el 1 de agosto de 2024. La comisión subrayó que esta acción se llevó a cabo para proteger los derechos y libertades de los usuarios europeos y se produjo después de extensas negociaciones con X. Este caso resalta los desafíos regulatorios que enfrentan las grandes plataformas tecnológicas en Europa, donde las normativas de privacidad son más estrictas y se aplican con rigor creciente. ¿Hasta qué punto este precedente obligará a otras empresas tecnológicas a revisar sus prácticas de recopilación y uso de datos personales en el continente? (basado en la noticia original “X suspende el procesamiento de datos personales recopilados sin el consentimiento de

Australia ha aprobado una ley que castiga con hasta siete años de prisión la distribución de material sexual ultrafalso creado con IA sin consentimiento, una medida dirigida a combatir la creciente amenaza que estos contenidos representan, especialmente para mujeres y niñas. El Gobierno de Australia ha tomado medidas contundentes para frenar la proliferación de imágenes sexuales ultrafalsas, conocidas como deepfakes, creadas sin consentimiento utilizando inteligencia artificial (IA) y otras tecnologías digitales. El Parlamento australiano aprobó recientemente la Ley de Enmienda del Código Penal (material sexual de imitación) de 2024, que establece nuevos delitos penales para la creación, publicación y distribución de este tipo de contenido. La ley prevé penas de hasta siete años de cárcel para quienes compartan este material sin permiso, con un año adicional si el infractor también es el creador del contenido. El fiscal general de Australia, Mark Dreyfus, subrayó la importancia de esta legislación en una entrevista con la cadena ABC, destacando el impacto devastador que tiene la distribución no consensuada de material sexual ultrafalsificado, especialmente en mujeres y niñas. Según Dreyfus, estas imágenes no solo constituyen una forma de abuso, sino que también buscan degradar, humillar y deshumanizar a las víctimas. La aprobación de esta ley responde a la creciente preocupación por el uso indebido de la tecnología de IA para crear contenidos sexualizados falsos, que a menudo son utilizados como herramientas de violencia de género. La legislación, presentada en junio, refuerza el compromiso del gobierno australiano con la protección de la privacidad y la dignidad de sus ciudadanos frente a los avances tecnológicos que, si bien pueden ser innovadores, también pueden causar un daño irreparable. ¿Qué implicaciones podría tener esta legislación para la regulación internacional del uso de inteligencia artificial en la creación de contenidos digitales, y cómo podrían otros países seguir el ejemplo australiano para frenar el abuso en línea?

Las redes sociales y la IA están transformando el marketing de las empresas que buscan captar a las generaciones más jóvenes. El contenido en vídeo corto y los microinfluencers se consolidan como herramientas clave para el marketing. La personalización y la automatización impulsadas por IA son esenciales para mejorar la efectividad de las campañas de marketing. Las redes sociales, los influencers, la inteligencia artificial y los vídeos cortos se posicionan como las tendencias de marketing más relevantes para 2024, según un estudio de HubSpot. Las empresas que no se adapten a estos cambios, corren el riesgo de quedarse atrás, especialmente frente a un público mayoritariamente millennial y de la generación Z. Las redes sociales son el canal preferido para descubrir productos, y los influencers juegan un papel clave, con un 50% de los especialistas en marketing aumentando la inversión en ellos. Además, el vídeo corto se consolida como el formato con mayor retorno de inversión (ROI). La inteligencia artificial, por su parte, está cambiando la forma en que los consumidores buscan productos y cómo las empresas personalizan sus campañas, siendo ya utilizada por un 64% de los profesionales. Contar con una única fuente de datos integrada es esencial para mejorar la experiencia del usuario, aunque solo el 26% de las empresas ha logrado esta integración completa. Información extractada del artículo original publicado en Dirigentes Digital

El aumento del uso de la IA y el almacenamiento en la nube desafía la capacidad energética de Europa. La infraestructura energética de Europa podría no cubrir la creciente demanda de procesamiento de datos. El sector del procesamiento de datos en Europa incrementa la presión sobre los recursos energéticos. El crecimiento del big data y la inteligencia artificial en Europa podría absorber hasta el 3,2% de la energía eléctrica de la región para 2030, poniendo a prueba su infraestructura energética. El rápido crecimiento del uso de la inteligencia artificial (IA) y el almacenamiento en la nube en Europa ha generado una demanda energética sin precedentes. En la actualidad, la infraestructura de procesamiento de datos ya consume el 2,6% de la energía europea, y se espera que esta cifra supere el 3,2% para 2030. Esta situación plantea desafíos significativos para la Unión Europea, que depende en gran medida de grandes plataformas tecnológicas estadounidenses como Meta, Google, Amazon y Microsoft, que lideran la inversión en centros de datos en la región. Mientras Bruselas busca promover la autonomía estratégica, la expansión de estas infraestructuras podría generar una crisis energética en países como Irlanda y los Países Bajos, donde ya se han limitado las nuevas conexiones a la red eléctrica. La Comisión Europea ha implementado nuevas directivas de sostenibilidad para mitigar estos riesgos, pero los expertos coinciden en que será necesario un esfuerzo colectivo para equilibrar el crecimiento tecnológico con la sostenibilidad energética. *** Información extractada del artículo original publicado en Cinco Días***