En la actualidad, China y Estados Unidos han decidido dejar a un lado sus diferencias históricas para concentrarse en un objetivo común: la evaluación de los riesgos asociados al desarrollo de la inteligencia artificial (IA). Esta colaboración tiene lugar en el contexto de una reunión de alto nivel en Ginebra, donde representantes de ambas potencias están intercambiando ideas sobre cómo garantizar un desarrollo seguro de la IA para usuarios y empresas. Este evento marca un momento significativo dado el contexto de tensiones previas entre las dos naciones en temas de tecnología y comercio.
El encuentro se centra en discutir y establecer un estándar global para la seguridad en la IA generativa, impulsado inicialmente por importantes compañías tecnológicas de ambos países, como Baidu, Tencent, Ant de China, y NVIDIA, Microsoft, Meta, Google, Amazon y OpenAI de Estados Unidos. Estas empresas presentaron en abril, durante una conferencia de la ONU, documentos que delinean los avances en este estándar, resaltando la importancia de un enfoque cooperativo y transparente en el desarrollo de tecnologías de IA.
La relevancia de esta reunión radica no solo en los temas técnicos que se discuten, sino también en el simbolismo político de colaboración en un área crítica como la inteligencia artificial, donde ambos países han mostrado tener ambiciones significativas pero también preocupaciones sobre sus implicaciones éticas y de seguridad. Además, este acercamiento se ve influenciado por el contexto geopolítico más amplio, donde ambas naciones buscan estabilizar sus relaciones a través de puntos de acuerdo en sectores de interés mutuo como la tecnología avanzada.
El esfuerzo conjunto está enmarcado en un contexto donde previamente, en noviembre de 2023, los presidentes Joe Biden y Xi Jinping se comprometieron durante una reunión en San Francisco a colaborar para asegurar que la tecnología de IA no constituya un riesgo futuro. Este acuerdo subraya la necesidad de diálogo y cooperación para abordar los desafíos que surgen con los rápidos avances en IA, especialmente en lo que respecta a la regulación y supervisión de modelos de IA de vanguardia.
El gobierno de Estados Unidos prioriza la gestión de riesgos asociados a estos modelos, mientras que China enfoca en promover un desarrollo conjunto que beneficie a ambas partes. Este encuentro podría no solo fomentar una normativa común para la seguridad de la IA, sino también establecer un precedente para futuras colaboraciones tecnológicas entre las dos superpotencias. A pesar de las diferencias en sus enfoques y prioridades, este esfuerzo conjunto refleja un reconocimiento de los beneficios potenciales de mitigar riesgos a través de la cooperación internacional en el ámbito de la inteligencia artificial.
Noticia elaborada a partir del artículo original publicado en Xataka
