El envejecimiento, las pensiones y la inteligencia artificial en el futuro de España / Antoni Garrell

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  • España necesitará 24,6 millones de inmigrantes para mantener las pensiones en 2053
  • Desafíos del envejecimiento poblacional en la economía española
  • El impacto de la inteligencia artificial en el mercado laboral y las pensiones

A finales de abril, el Banco de España explicó en su informe anual que el reto de las pensiones será uno de los mayores problemas para las economías desarrolladas en los próximos años debido al envejecimiento de la población. España necesitará 24,6 millones de inmigrantes en 2053 para mantener la relación entre trabajadores y pensionistas.

El envejecimiento de la población es uno de los desafíos más importantes que enfrentan muchas sociedades. No se trata solo de desajustes en el mercado laboral, sino de un enfoque integral que incluya el aumento de la dependencia y la presión sobre los sistemas de salud por la mayor demanda de tratamiento de enfermedades crónicas. También afecta la estructura familiar y requiere ajustes en el transporte, servicios de atención y vivienda. Cambian las normas culturales y sociales por la coexistencia de diversas generaciones.

El aumento de la esperanza de vida y un mayor tiempo recibiendo la pensión incrementan la presión sobre los sistemas de pensiones y Seguridad Social para mantener su sostenibilidad financiera. Esto puede ir acompañado de una disminución de la fuerza laboral disponible, afectando la capacidad de las empresas para encontrar trabajadores cualificados y el crecimiento económico en modelos productivos intensivos en mano de obra.

Es necesario superar los problemas asociados a criterios y visiones analógicas, ya que estamos en la era digital. No se pueden hacer análisis basados solo en la proporción entre ocupados y jubilados ni en soluciones como subidas de cotizaciones o demoras incentivadas de la jubilación. Debe considerarse la potencial sustitución de humanos por sistemas automáticos y la inteligencia artificial. El trabajo humano será menor y la clave estará en cómo redistribuir la riqueza generada por sistemas tecnológicos autónomos, manteniendo el Estado del bienestar.

Es preciso revisar el sistema tributario para implementar impuestos sin afectar la competitividad y el crecimiento empresarial de las organizaciones que utilizan la automatización y la IA. También es necesario reducir la jornada laboral, promover la economía colaborativa y solidaria, apoyar a emprendedores y pequeñas empresas, y fomentar la diversificación económica. Además, es crucial invertir en educación y capacitación para preparar a las personas para los empleos del futuro con jornadas más reducidas.

Avanzamos hacia un nuevo escenario donde el aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento coinciden con la consolidación de la inteligencia artificial. Es necesario pensar en digital y olvidar los patrones analógicos para asegurar una renta básica universal que garantice un ingreso regular y suficiente para todos los ciudadanos.

Noticia elaborada a partir del artículo original publicado en Crónica Global

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