En medio de la revolución industrial 4.0, la inteligencia artificial representa un doble desafío: pérdida inmediata de empleos y oportunidades futuras en trabajos cualificados.
Recientemente celebrado el Primero de Mayo, ha surgido un llamado a la necesidad de adaptar y mejorar habilidades laborales frente al impacto de la inteligencia artificial, que continúa avanzando e integrándose en diversos sectores. Históricamente, las tecnologías disruptivas han provocado pérdidas de empleo inicialmente, pero también han creado nuevas oportunidades laborales a largo plazo, como ilustra la historia del telar mecánico y sus efectos en la industria textil. Actualmente, la IA promueve la necesidad de un ambicioso plan de formación profesional que abarque desde la educación básica hasta la empresarial, enfatizando la urgencia de prepararse para las profesiones del futuro y mitigar el desplazamiento laboral mediante la capacitación en nuevas tecnologías.
Texto elaborado a partir del artículo original publicado en Paréntesis