Nuevo modelo de IA podría predecir la vida y la muerte
Investigadores daneses han desarrollado un modelo de inteligencia artificial denominado “calculadora de la muerte”, capaz de predecir eventos vitales, incluyendo la mortalidad prematura. Este avance representa una intersección entre la tecnología y cuestiones éticas profundas, ya que abre la posibilidad de utilizar datos personales con fines comerciales. El modelo, llamado life2vec, se asemeja a ChatGPT pero analiza secuencias de eventos vitales utilizando estadísticas detalladas de la vida de los individuos, desde nacimiento hasta muerte, basándose en datos anónimos de millones de daneses.
El algoritmo muestra una precisión del 78% en la predicción de defunciones y del 73% en migraciones, utilizando un enfoque novedoso que examina la evolución y previsibilidad de las vidas humanas a través de secuencias de eventos detallados. Sin embargo, sus creadores subrayan que este modelo de IA aún no está listo para un uso generalizado, ya que se encuentra en una fase exploratoria y requiere una comprensión más profunda de sus implicaciones a largo plazo y posibles sesgos.
La “calculadora de la muerte” no solo destaca por sus capacidades predictivas sino también por su potencial para generar un debate público sobre el uso ético de la inteligencia artificial. Al revelar la posibilidad de construir modelos similares por parte de gigantes tecnológicos, plantea preguntas críticas sobre la privacidad, el uso de datos personales y el impacto de la IA en decisiones importantes como seguros, préstamos bancarios y acceso a servicios de salud.
Este proyecto busca proporcionar un contrapeso científico y abierto a los algoritmos privados, fomentando una conversación democrática sobre el futuro deseado de la tecnología y su influencia en nuestras vidas. A medida que la IA avanza rápidamente, es crucial considerar su desarrollo dentro de un marco ético y transparente, asegurando que sirva al bienestar colectivo y respete los derechos individuales.
Información extraída del artículo original publicado en DW.
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