El creciente interés en la inteligencia artificial (IA) ha marcado un punto de inflexión para el mercado de los centros de datos en España, especialmente en Madrid y Barcelona, ciudades que se perfilan como epicentros de un sector en plena expansión. Este fenómeno no solo ha capturado la atención de gigantes tecnológicos como Meta, Google, Amazon, y Oracle, sino también de socimis como Merlin Properties y empresas energéticas como Iberdrola y Endesa. Juntas, estas entidades están forjando el camino hacia la creación de un robusto mercado ibérico de centros de datos.
Un centro de datos es una instalación crítica que alberga equipos de computación y comunicaciones necesarios para recopilar, almacenar, procesar, distribuir o permitir el acceso a grandes cantidades de datos. Estas infraestructuras son esenciales para mantener en funcionamiento servicios vitales que van desde la mensajería instantánea hasta sistemas bancarios y aseguradores, destacando su importancia fundamental en la era digital.
España se distingue actualmente por su potencial de crecimiento en el ámbito de los centros de datos. Aunque todavía no alcanza el nivel de líderes globales como Estados Unidos o ciudades europeas como Frankfurt y Londres, se proyecta que para finales de 2024, el país alcanzará una oferta de 190 MW en Madrid y 54 MW en Barcelona. Este crecimiento señala a España como el “mercado emergente más interesante en el sur de Europa”, según expertos del sector, quienes ven en el país las condiciones idóneas para escalar y convertirse en un hub crucial para servicios de datos que abarquen Europa, Sudamérica, África y Oriente Medio.
La inversión en este sector refleja una tendencia al alza, con estimaciones que sugieren una contribución de hasta 60.000 millones al PIB nacional para 2026, y una inversión global actual de aproximadamente 15.000 millones. La demanda de centros de datos ha experimentado un incremento significativo, con un aumento del 200% solo en 2023, impulsado por la demanda de aplicaciones de inteligencia artificial y la digitalización acelerada de servicios.
Barcelona destaca por su crecimiento potencial, beneficiándose de factores como la presencia de cables submarinos, su proximidad a densas poblaciones y la disponibilidad de energía. Madrid, por otro lado, ya ha visto la instalación de varios “hiperescalares”, empresas que ofrecen servicios de computación en la nube a gran escala, lo que ha contribuido a su posicionamiento como un mercado más maduro dentro del sector.
El desafío principal para este mercado radica en el suministro y gestión de energía renovable, considerando el alto consumo energético de los centros de datos. La colaboración entre el gobierno, empresas energéticas y el sector privado es crucial para replanificar la red de alta tensión y asegurar un crecimiento sostenible, marcando un esfuerzo conjunto para potenciar el mercado ibérico y competir a nivel global en la vanguardia tecnológica.
Información extraída del artículo original publicado en La Vanguardia.
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