- La IA transformará el mercado laboral español: 400.000 empleos menos en una década.
- Sectores como comercio y hostelería, los más golpeados por la automatización en España.
- La era de la inteligencia artificial: entre la destrucción y creación de empleo en España.
La inteligencia artificial (IA) se perfila como un motor de cambio en el mercado laboral español, con un impacto significativo en la creación y destrucción de empleos durante la próxima década. Un estudio reciente de Randstad revela una dualidad en el efecto de la IA: por un lado, se espera que genere 1,61 millones de nuevos puestos de trabajo; por otro, se prevé la desaparición de 2 millones de empleos, resultando en una pérdida neta de cerca de 400.000 puestos laborales. Este fenómeno plantea desafíos importantes para el tejido productivo y el sistema educativo del país, obligando a una reflexión profunda sobre las estrategias de adaptación laboral y formativa.
Las áreas más afectadas serán las que tienen tareas rutinarias y administrativas, con el sector comercial, la hostelería y las labores administrativas a la cabeza en términos de destrucción de empleo. En contraste, se anticipa que la programación, la consultoría, las actividades científicas y técnicas, y las telecomunicaciones experimentarán un crecimiento significativo en la demanda de mano de obra, gracias a la expansión y aplicación de tecnologías basadas en IA.
El estudio estima que aproximadamente el 28% del empleo en España está en alto riesgo de automatización, lo cual subraya la urgencia de repensar los perfiles profesionales y las competencias laborales en el país. Además, se destaca que la IA no solo eliminará empleos, sino que también potenciará la productividad en 3,24 millones de puestos de trabajo, afectando así a casi el 16% del total. Esto sugiere que la transición hacia una economía más digitalizada y automatizada podría ser menos dolorosa si se acompañase de políticas efectivas de formación y reconversión laboral.
Entre los sectores específicamente mencionados, el comercio enfrenta la mayor pérdida neta de empleos, seguido por la hostelería y los puestos administrativos. Estas áreas, tradicionalmente de gran peso en la economía española, requerirán de estrategias innovadoras para gestionar la transición hacia un mercado laboral más tecnológico. Por otro lado, la programación y consultoría, así como las actividades científicas y técnicas, se perfilan como campos de crecimiento, destacando la importancia de fomentar las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) como vía para capitalizar las oportunidades que la IA puede ofrecer.
La transformación del mercado laboral español en la era de la IA plantea desafíos complejos pero también oportunidades para repensar la formación profesional y adaptar el sistema educativo a las necesidades del futuro. La inversión en educación y formación continua se erige como una estrategia clave para mitigar los impactos negativos de la automatización y maximizar los beneficios de la innovación tecnológica. Este cambio de paradigma requiere de un esfuerzo conjunto entre el gobierno, las empresas y las instituciones educativas para preparar a la fuerza laboral para el futuro digital.