Geoffrey Hinton, considerado el “padre” de la inteligencia artificial, ha alertado sobre los peligros de esta tecnología y la necesidad de un salario básico universal para enfrentar la desigualdad que provocará. Hinton destaca que la IA aumentará la productividad, pero beneficiará solo a los ricos, agravando la desigualdad.
Todos los indicadores señalan que aún no somos conscientes del impacto de la IA en nuestro futuro. Al igual que no lo fuimos con internet o con la energía nuclear. Solo que en este caso las consecuencias podrían ser aún mayores. No es extraño entonces que algunos expertos señalen sus peligros. Un ejemplo es Geoffrey Hinton, considerado el “padre de la inteligencia artificial”.
Hinton se especializa en las distintas formas de utilizar redes neuronales para aprendizaje de máquina, memoria, percepción y procesamiento de símbolos y en este campo ha publicado más de 200 estudios. Junto a su trabajo como docente en diferentes universidades, también destaca su cargo en Google, donde comenzó a trabajar en 2013 y llegó a ocupar el puesto de vicepresidente, pero dejó el gigante tecnológico para poder hablar libremente sobre los peligros de la IA.
De acuerdo con una reciente entrevista, Hinton fue consultado por el gobierno británico y su sugerencia fue que tendría que establecer una renta básica universal para hacer frente al impacto de la IA en la desigualdad. También señaló que sería necesaria una reforma de los beneficios que otorgara cantidades fijas de efectivo a cada ciudadano porque estaba “muy preocupado de que la IA ocupara muchos trabajos mundanos”.
Para Hinton, si bien la IA aumentará la productividad y la riqueza, el dinero iría a parar a los ricos “y no a las personas cuyos empleos se pierden y eso será muy malo para la sociedad”.
La mayor preocupación de Hinton, sin embargo, no es la económica, sino que los gobiernos no están dispuestos a frenar el uso militar de la IA. “Creo que dentro de cinco a 20 años – señala este experto – habrá una probabilidad del 50% de que tengamos que enfrentar el problema de que la IA intente tomar el control. Esto conduciría a una amenaza de extinción para los humanos porque podríamos haber creado una forma de inteligencia que es simplemente mejor que la inteligencia biológica… Eso es muy preocupante para nosotros. Lo que más me preocupa es cuándo podrán tomar de forma autónoma la decisión de matar gente”.
Para él la solución pasa por crear algo similar al Convenio de Ginebra, el tratado internacional que establece estándares legales para el trato humanitario en la guerra, pero en este caso para regular el uso militar de la IA.
Noticia elaborada a partir del artículo original publicado en La Razón