Una función tan simple como el check azul de “leído” de WhatsApp está suscitando un interesante debate. Mientras algunos optan por desactivarlo en favor de una mayor privacidad, otros, como yo, estamos decididamente a favor de mantenerlo activo. El primer argumento a favor de mantener el check azul de “leído” es la transparencia en la comunicación. Saber que el destinatario ha leído tu mensaje es crucial para evitar malentendidos y confusiones. Esta confirmación visual elimina la incertidumbre sobre si un mensaje ha sido recibido y “visto”, que no necesariamente leído, permitiendo una interacción más clara y directa
Otro punto importante es la eficiencia. La confirmación de lectura permite que la conversación avance sin necesidad de preguntar continuamente si el mensaje ha sido visto. Es un mecanismo simple que facilita una comunicación más fluida y eficaz.
“Mantén activo el check azul de WhatsApp: si lo apagas, algo estás escondiendo.”
Además, el check azul ayuda a establecer una responsabilidad compartida en la comunicación. Al mantener esta función activa, las personas se sienten más obligadas a responder de manera oportuna, sabiendo que su interlocutor sabe que han leído el mensaje.
En contraposición, quienes defienden la desactivación del check azul suelen argumentar que lo hacen en favor de la privacidad y la reducción del estrés. Alegan que no mostrar cuándo un mensaje ha sido leído les permite gestionar su tiempo de manera más autónoma, sin sentirse presionados para responder de inmediato. Sin embargo, esta aparente ventaja genera desconfianza y una percepción de desinterés por parte del remitente.
He decidido que no voy a seguir comunicándome con quienes desactivan el check azul en WhatsApp.
Si alguien prefiere desactivar esta función, estaré encantado de seguir en contacto por otros medios como el correo electrónico o el teléfono. Para mí, la comunicación directa, abierta y sincera es la base de cualquier relación, y prefiero mantenerla lo más abierta y transparente posible.
Tomás Cascante