Las estafas utilizando la clonación de voces mediante inteligencia artificial (IA) están en aumento, presentando un desafío significativo para la seguridad personal. Estos fraudes implican la imitación de la voz de seres queridos para solicitar dinero de manera urgente, aprovechándose de la confusión y el pánico de las víctimas. Sin embargo, existe una estrategia potencialmente efectiva para contrarrestar este tipo de engaños: el uso de “contraseñas familiares”.
Una contraseña familiar es un código o palabra secreta acordada previamente entre los miembros de una familia o grupo cercano, utilizada para verificar la identidad en situaciones sospechosas. Este método se basa en el principio de que solo las personas involucradas conocerán la contraseña, lo que dificulta a los estafadores completar su engaño.
La implementación de una contraseña familiar es sencilla pero requiere que todos los miembros estén informados y comprometidos con su uso. Debe ser fácil de recordar, incluso bajo estrés, pero lo suficientemente única para no ser adivinada por terceros. La elección de una contraseña puede basarse en experiencias compartidas, chistes internos o cualquier referencia que sea significativa y exclusiva del grupo.
A pesar de que esta medida puede ofrecer una capa adicional de protección, es crucial mantener una actitud crítica y verificar siempre la identidad de quien llama, especialmente si se trata de un número desconocido y la solicitud involucra dinero o información personal. Llamar de vuelta al número oficial o conocido de la persona supuestamente en peligro es una práctica recomendada para confirmar su situación antes de tomar cualquier acción.
En resumen, aunque la tecnología de clonación de voz representa un vector de ataque emergente y preocupante, la adopción de contraseñas familiares junto con la verificación activa y el escepticismo saludable pueden jugar un papel crucial en la prevención de estafas y la protección de la seguridad personal y financiera.
Información basada en un artículo de Xataka.
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