El sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en España está experimentando un notable aumento en la participación femenina. Según el último informe de l’Observatori de la Igualtat de Gènere de l’Institut Català de les Dones (ICD), el 33.9% de los profesionales en TIC durante 2022 eran mujeres, lo que representa un incremento de 3.6 puntos porcentuales con respecto al 2021 y la cifra más alta desde 2015. Sin embargo, este progreso contrasta con la baja representación femenina en estudios universitarios y de formación profesional (FP) vinculados a la tecnología.
A pesar del crecimiento en la presencia laboral femenina en TIC, la brecha de género persiste en salarios y en la cantidad de trabajadoras. Además, el informe señala que las mujeres representan solo el 2.8% del total de empleos ocupados por mujeres catalanas, mientras que en hombres este porcentaje asciende al 5%. La desigualdad también es evidente en la brecha salarial, con una diferencia del 11% en ganancia bruta media por hora y por género en el ámbito de la Información y la Comunicación.
En cuanto a las especializaciones técnicas, la gestión y desarrollo de proyectos TIC es el área con mayor presencia femenina, con un 32.7% del total de trabajadores. Le sigue la producción de software, con un 25.8% de profesionales femeninas, y el desarrollo de infraestructuras TIC, con un 18.7%.
El desequilibrio de género es aún más pronunciado en el ámbito educativo. En los estudios de FP, solo el 2.8% de las mujeres se matriculó en Informática y Comunicaciones durante el curso 2020-21. En el ámbito universitario, las mujeres representaron solo el 7.3% de los titulados en ingenierías y arquitectura en el curso 2021-2022, la cifra más baja en los últimos 10 años.
El estudio identifica varios factores detrás de esta baja representación femenina en estudios tecnológicos, incluyendo la rigidez del currículum tecnológico, el ambiente mayoritariamente masculino en las carreras TIC y la falta de referentes femeninos para las jóvenes.
Este panorama destaca la importancia de continuar fomentando la inclusión y la igualdad de género en el sector tecnológico, tanto en el ámbito laboral como educativo.
“Información extraída del artículo original publicado en Metadata.”