La IA no es el enemigo, por Valentina Velasco
“No es la IA quien te arrebatará el trabajo, sino la persona que usa la IA para mejorar su rendimiento”. Así termina el artículo de Jacob Nielsen, que habla de la importancia de la Inteligencia Artificial para el mundo de los diseñadores UX. Desde la integración de la Inteligencia Artificial en nuestra realidad, han surgido rumores acerca de cómo esta innovadora tecnología podría dejar a numerosas personas desempleadas. Es evidente que la IA está destinada a transformar la forma en que trabajamos, y si bien es cierto que podría suplantar ciertos puestos laborales, de manera similar a como lo hicieron las máquinas durante la Revolución Industrial, también ofrece oportunidades para la creación de nuevos roles y el desarrollo de habilidades complementarias.
Para los diseñadores de experiencia de usuario (UX), esto conlleva una ventaja significativa debido a la naturaleza expansiva de su campo de trabajo. Los diseñadores UX no se limitan únicamente al diseño (UI); también desempeñan roles diversos, como el de investigador. Esta habilidad es esencial y difícilmente sustituible por la IA. Sin embargo, ya existen herramientas de IA que facilitan el trabajo de los investigadores. Una de ellas es UX Pilot, una herramienta reciente desarrollada por Adam Fard. Esta plataforma es capaz de generar preguntas para entrevistas, perfiles de usuarios, benchmarks, wireframes y otras tareas comunes de los diseñadores UX en su rutina diaria. A pesar de esto, la información generada proviene de una máquina, por lo que no podemos depositar toda nuestra confianza en ella. Podemos utilizar estas herramientas para aumentar nuestra eficiencia, pero siempre es necesario revisar, modificar y adaptar la información a cada proyecto.
Como señala Gema Gutiérrez, fundadora del podcast “Píldoras UX”: “Mientras las tareas de interfaz de usuario (UI) se automatizan, habilidades como la investigación UX y la estrategia UX se vuelven más cruciales que nunca”. Esto subraya la importancia de adaptarse a las nuevas demandas del mercado laboral, donde las habilidades humanas, como la investigación, el pensamiento conceptual y la creatividad son y serán cada vez más valoradas.
Otra herramienta ya muy conocida y utilizada en el ámbito laboral por muchas personas es el chat GPT. Numerosos creadores de contenido están aprovechando su poder para generar una gran cantidad de materiales en menos tiempo. Aunque la tendencia hacia la sobre productividad y el uso intensivo de estas herramientas es aplaudida por muchas empresas. No debemos olvidar que la esencia de crear contenidos, arte y trabajos está en que a través de ellos mostramos quiénes somos a los demás. Ya sea que se trate de trabajos artísticos o no, cada creación refleja nuestra personalidad y autenticidad, lo que nos permite conectar con los demás.
Existe una tendencia que sugiere que para el año 2025, las personas podrían saturarse del contenido generado por el chat GPT, ya que podría resultar repetitivo y carente de la autenticidad que buscan las personas. En lugar de ello, la demanda se inclinará hacia contenido real, creado por humanos, basado en fundamentos reales y experiencias humanas.
No se trata de que la IA realice nuestro trabajo y reemplace nuestras capacidades cognitivas, sino que nos ayude a mejorarlas. Es esencial no caer en la trampa de querer ser más productivos y poner a la tecnología en el centro. Debemos recordar que el cliente debe ser siempre el centro de nuestras acciones. Al fin y al cabo seguimos vendiendo productos y servicios a seres humanos, no a robots.
Información extractada del artículo original publicado en Opinión.
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