Qilimanjaro, una empresa catalana fundada en 2019, se ha convertido en un referente en el campo de la computación cuántica tras ser reconocida como la mejor startup del sector tecnológico mundial en el MWC. Esta compañía ha logrado desarrollar integralmente la cadena de valor en el sector cuántico, desde el software y hardware hasta los microchips necesarios para operar una computadora cuántica. Este tipo de computadora, notablemente más potente y eficiente que las convencionales, marca un hito en el progreso tecnológico.
La CEO de Qilimanjaro, Marta Estarellas, destaca que la fabricación propia de microchips es lo que realmente diferencia a la empresa dentro del sector. Actualmente, su modelo de negocio se basa en un servicio de suscripción para empresas que requieren el uso de computadoras cuánticas, las cuales están físicamente ubicadas en su sede de Barcelona pero accesibles de forma remota para sus clientes. Estarellas anuncia que este servicio es solo el comienzo de un proyecto más ambicioso: la creación del primer data center cuántico de Europa, situado en Poblenou, Barcelona. Además, la compañía ya ha vendido dos de sus computadoras cuánticas, una al Barcelona Supercomputing Center y otra a un centro en Abu Dhabi.
Qilimanjaro ha optado por la computación cuántica analógica, menos susceptible a errores y capaz de aportar valor al sector digital mucho antes que su contraparte digital. A pesar de ser un campo en sus primeras etapas de desarrollo, con los primeros artículos científicos publicados en 1997, se estima que tomará entre 15 y 30 años comenzar a ver resultados significativos en este ámbito. Con esta apuesta, Qilimanjaro se posiciona en el extremo inferior de este rango temporal.
Para 2024, Qilimanjaro tiene planes claros de crecimiento y está finalizando su primera ronda de financiación, con planes de iniciar una segunda en la segunda mitad del año. Estas rondas de financiación se destinarán principalmente a expandir la plantilla de la empresa, atrayendo talento experimentado, y adquirir nuevo equipo y material. Estarellas reconoce el desafío de competir con grandes empresas multinacionales que también invierten en tecnología cuántica, como Google o HP, y destaca la importancia de ofrecer salarios competitivos. Además, la mejora en el equipo permitirá a la empresa acelerar su trabajo y ganar más libertad en sus operaciones, incluyendo el desarrollo de su primera sala blanca para experimentación y desarrollo tecnológico.
El premio recibido en el 4YFN brinda a Qilimanjaro una valiosa visibilidad y llega en un momento crucial de crecimiento, potenciando su capacidad para obtener financiamiento adicional y reconocimiento en el sector. Estarellas subraya que este premio es un homenaje al esfuerzo y dedicación de las 44 personas que forman parte de Qilimanjaro, quienes han creído en el proyecto desde el principio y han trabajado arduamente para posicionar a la empresa donde se encuentra hoy.
Información extractada del artículo original publicado en El Món.
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