Google ha lanzado el proyecto Green Light, que utiliza Inteligencia Artificial para optimizar el tráfico en ciudades como Manchester y Hamburgo. La IA analiza datos de Google Maps para ajustar los tiempos de los semáforos, reduciendo un 30% el tiempo de espera en los cruces y un 10% las emisiones de CO2.
Los expertos en movilidad y medio ambiente consideran que el semáforo tradicional se está quedando obsoleto. Google ha decidido intervenir con su proyecto Green Light, que aprovecha el poder de la Inteligencia Artificial (IA) y el big data para optimizar la regulación del tráfico en las ciudades. Este sistema, que ya se está probando en diversas ciudades como Manchester, Hamburgo, Budapest y Seattle, no requiere cambios en la infraestructura de los semáforos, lo que minimiza la inversión económica necesaria.
La IA de Green Light se combina con Google Maps para analizar cómo fluye el tráfico en una zona específica, y modela patrones de tráfico ideales para la misma. Este análisis permite a los ingenieros y arquitectos municipales optimizar la programación de las luces de los semáforos, mejorando la sincronización y reduciendo los tiempos de espera. Según Google, este sistema puede reducir el tiempo que un vehículo permanece parado en un cruce en un 30% y las emisiones contaminantes en un 10%.
El sistema analiza la programación de las luces del semáforo, cómo reacciona el tráfico al tiempo que cada luz está encendida y la interacción entre varios semáforos. Esto permite detectar errores en la sincronización y ofrecer ajustes necesarios para solucionarlos. La optimización se puede realizar en apenas cinco minutos, sin necesidad de alterar la infraestructura existente.
La implementación de Green Light en ciudades seleccionadas ha mostrado resultados prometedores, con una significativa mejora en la fluidez del tráfico y una reducción del consumo de combustible y emisiones de CO2. Esta tecnología tiene el potencial de transformar la gestión del tráfico urbano, haciéndola más eficiente y respetuosa con el medio ambiente.
La IA aplicada a los semáforos podría convertirse en un estándar global si los resultados continúan siendo positivos. Esta innovación no solo mejora la experiencia de conducción, sino que también contribuye a la sostenibilidad y a la reducción de la huella de carbono en las ciudades. Google sigue liderando el camino hacia un futuro más inteligente y ecológico en la gestión del tráfico.
Noticia elaborada a partir del artículo original publicado en Car and Driver