Durante la conferencia sobre resultados financieros, David Solomon, CEO de Goldman Sachs, expuso cómo la inteligencia artificial (IA) está transformando el banco. Solomon destacó que la IA es parte fundamental de las discusiones con clientes, generando oportunidades significativas. El apetito por esta tecnología es notable entre empresas y gobiernos, quienes buscan entender mejor los posibles plazos de impacto comercial y las futuras regulaciones.
El CEO explicó que Goldman está asesorando a sus clientes sobre la integración de la IA en sus operaciones, lo que refleja la expectativa de una demanda creciente por infraestructuras relacionadas con la IA y la consecuente necesidad de financiación. Esta tendencia representa un viento de cola para el negocio del banco.
Según estimaciones de PwC, la IA podría aportar casi 16 billones de dólares a la economía global para 2030, aunque también podría resultar en la pérdida de millones de empleos. Solomon enfatizó el potencial de la IA para aumentar la productividad más que para simplemente reducir costes a través de la eficiencia. También mencionó que la automatización podría liberar a empleados de tareas repetitivas, permitiéndoles enfocarse en trabajos de mayor valor.
Solomon también abordó cómo la IA podría impactar específicamente en los trabajos más junior, donde tareas rutinarias como la preparación de presentaciones podrían ser automatizadas. Esto podría disminuir la necesidad de analistas novatos, quienes tradicionalmente han realizado este tipo de trabajos.
Finalmente, el desempeño de Goldman ha demostrado que la integración de la IA no solo es estratégica, sino también muy beneficiosa económicamente, reflejándose en los sólidos resultados financieros del banco. La inteligencia artificial no solo está redefiniendo los procesos internos de Goldman Sachs, sino que también está sentando las bases para un futuro donde la tecnología y las finanzas se entrelazan más estrechamente que nunca.
Esta noticia y su imagen son un resumen del artículo publicado en: Business Insider
.
.
.
